Desenlace

Fue en junio de 2017 cuando, después de la uni y ser tantas veces descartado de procesos de selección, la Agrupación me llamó para decirme que al día siguiente me esperaban para trabajar, sin entrevista, ni prueba ni proceso previo. Estuve un mes y medio haciendo palets y metiendo tarras vacías horas y horas en una línea de producción, en un sitio que me parecía tan grande, tan lleno de gente y movimiento que me intimidaba. Pero más me intimidaban aquellas Responsables que conocí, como Noelia, Guada, Espe... tan seguras y decididas controlando todas aquellas máquinas y personas a la vez. Y aunque el trabajo a veces se hacía duro y cansado era feliz, porque por fin alguien había contado conmigo.

Fue en 2018 cuando la Agrupación decidió una vez más confiar en mí y me ofreció ser responsable administrativo en la zona de calibrado, donde Carlos me enseñó lo que sería la base de todo lo que vendría después. No sólo ese año aprendí a ser administrativo y las otras campañas, también me llevé la amistad de mis "dos mamis" MariFe y Belén.

En 2019 volví al empaquetado, esta vez con mi hermano. Este año incluso me casé!! Salí de allí con mi amada esposa Eli, pero también con la amistad de gente tan grande y noble como lo son Toñy, Jose y Carmen. Si tuviera que elegir un año me quedo con este, porque de él me llevo los mejores momentos de mi paso por la Agrupación.

Y en 2020 llegó la oportunidad y una vez más se volvió a confiar en mi para ocupar el puesto de Administrativo de Producción hasta el día de hoy...

No puedo dejar de dar las GRACIAS a todos por haberme enseñado tantas cosas y haberme tratado tan bien estos años. Os admiro muchísimo a todos, admiro el esfuerzo y responsabilidad de personas como Mónica del dpto. Comercial, que dan TANTO por esta empresa, pero también a Nuria (bestie!), que por mucho que tenga que hacer siempre tiene una sonrisa y buenas palabras para mi. Mucho ánimo a los nuevos, porque Miguel y Patri dejaron el listón muy alto, tanto por profesionales como por personas. Y todos ellos coordinados y dirigidos por Ana Ester, una mujer que derrocha seguridad y convicción tan sólo con caminar (que envidia! 🤭). ¿Y sabéis que voy a echar de menos a alguien por llamarla por su nombre, Ascensión?

También admiro la labor del equipo informático de Gustavo... Con tantas ventanas y códigos y tablas y datos y cosas siempre en la pantalla por todos lados y que seais capaces de comprenderlo, no se siempre me ha parecido tan complicado! Pero tengo que dar las gracias especialmente a Marcos, que me ha aguantado muchas muuuuchas veces y se que le he dado muchos dolores de cabeza. Pero es increíble el trabajo que hace, que pintes algo en un papel y el lo haga posible, ojalá siempre te valoren el talento que tienes!

Hay tantas personas a las que tengo tanto que agradecer, como a Argeme que con su infinito saber y conocimiento de materiales me ayudó a sobrellevar mi primera campaña en la ofi y conocer tarras, cajas, palets, films, formatos... Y si hay algo que admiro más que todos sus conocimientos es su lucha💪.

Y si tengo que hablar de mi departamento... De verdad, no sabéis cuantísimo talento y esfuerzo hay en calidad-producción. Ojalá algún dia llegara a ser como Bego, que con solo mirarte te enmudece, y ojalá algún día tener la cabeza de Manu que es capaz de memorizar y retener tantísima información. Ojalá haber sido como Lidia cuando tenía la edad de Lidia, sabiendo y conociendo tanto siendo tan joven y con tanto talento por demostrar y todo el futuro por delante (espero que te traten tanto como vales). Ojalá ser como Laura, que prepara y realiza tareas tan delicadas bajo presión y a contratiempo, con la máxima diligencia y responsabilidad, y todo ello lo compagina con ser madre y contestar a una señora muy pesada que no deja de enviar correos😱!! Y ojalá algún día ser tan buen mentor y compañero como lo es mi compi, Pili, que tuvo tanta paciencia conmigo para enseñarme, que desde el minuto 1 me hizo sentir como uno más del grupo y que siempre ha estado dispuesta a ayudarme cuando me veía agobiado, incluso si ella misma estuviera hasta arriba de trabajo, y tener ese temple que nos hace sentirnos tranquilos a los demás... Pero, sobretodo, ojalá algún día poder hacer dinero como Richard 🤣 (también admiro todo lo que sabes, así como tu amor por el campo y la labor que realizas tanto dentro como fuera de la oficina).


Y todo este equipo lo lidera mi jefa, Ana, la persona a la que más tengo que agradecer porque fue la que realmente creyó en mí aquel septiembre de 2020. Gracias a la que me he desarrollado tanto profesionalmente por lo que me exigía, pero siempre con un buen trato y carácter que a muchos empleados les gustaría recibir. Todos esos conocimientos me los llevo de por vida, y cada vez que haga un cuadro de mandos una parte de mí volverá a esa pecera a darte las gracias. Admiro mucho tu capacidad para liderar un departamento que exige tanto, y tu tesón y perseverancia porque las cosas no sólo estén bien hechas si no que siempre vayan a mejor.

Podría estar escribiendo este post hasta mañana, porque hay tantísima gente digna de mención por su labor... A todos los jefes de almacén que hacen una labor que exige tanto en campaña (Raquel, Bego, Jota, Ander), todo el departamento de RRHH (Miriam, Tamara, Monfra) que tienen que aguantar tanto en los meses de campaña, el departamento de Administración (siempre he tenido curiosidad por ver algunas cuentas anuales, balances, cuentas de resultados... y comprobar si los de la agrupación dan tanto miedo y son tan complejos como me lo imagino en mi cabeza), auditores, técnicos, suministros, transporte, Juanlu, Arturo, mis queridos auxiliares administrativos (Pili, Patri, Juan, Noelia, Elena, Cristina...) y todos los compañeros moz@s de almacén con los que he tenido la inmensa suerte de coincidir (M°Carmen, Natalia, Vanesa, Vicky...).

Quiero acabar recalcando una idea. Las empresas son sus trabajadores. Personas, con nombres y apellidos. Y todos TODOS valeis mucho. Nadie es imprescindible, porque todos hacéis que esto funcione. Espero que algún día todos seáis valorados y os puedan ver como yo os veo

Hoy toca cerrar una etapa, y aunque el futuro es incierto... Si en el camino me topo con gente que me trate la mitad de bien que lo que habéis hecho vosotros me daré por satisfecho.

Por último quiero dar las gracias a mi prima Ester, porque a parte de ser la recepcionista más guapa y maja que conozco (y vaya a conocer) es mi prima y se merece un puesto especial 😁. Muchas gracias por acogerme con tanta simpatía desde el primer primerísimo momento, incluso antes de que me cogieran! No voy a extrañar ver tus looks y modelitos porque te los voy a ver por instagram 😜, pero si voy a extrañar echarme esas risas contigo en el café.

Muchas gracias a todos por tanto, todos estos recuerdos serán parte de mi camino 🥰🥰🥰

P.D.: Ánimo Juan, no será fácil, pero tendrás a tu lado a un equipo increíble.

Category: 0 comentarios

Nuestro infierno.

 Existe la teoría de que vivimos en el infierno.

Que todos tuvimos una oportunidad y fuimos juzgados, y nuestra penitencia es ser arrojados sin recuerdos a una vida sin propósito y sin sentido. 

Castigados a vivir con miedo de un destino seguro con un desenlace incierto. Sentenciados a una vida de sufrimiento, en la que desaparecen aquellos a quien queremos. 

¿Como podría ser el mundo, con toda su infinita belleza, el averno?

 Bueno, yo me pregunto... ¿Acaso no podíamos contemplar la belleza de las llamas del fuego eterno en el infierno? 

Category: 0 comentarios

Limbo

En vida me reía de los creyentes y su religión. Mi vida fue una constante búsqueda de la verdad, y realmente me escocía que para muchos la respuesta fuera Dios. La respuesta rápida y fácil que solucionaba cualquier dilema existencial que uno pudiera tener. Desde bien pronto supe que nunca iba a llegar a entender la vida, pero no me iba a conformar como el resto, y acabé adaptando el amor como respuesta. El amor le daría sentido a todo; una vida a su lado, luchando por su felicidad... todo merecía la pena, y la muerte y la vida ya no importaban mientras estuviera ella. Tanto la amé, que aquella noche en que morí me aferré al deseo de que, despertara donde despertase, ella estuviera ahí. Me daba igual alzarme en el paraíso que estar condenando en el infierno, reencarnarnos en un par de gorriones, salir los dos de este simulacro o despertarme en la más absoluta oscuridad del universo.

Y ahí estaba ella al despertar, a mi lado, para siempre.

Al principio fue un alivio. Ya no por no permanecer solo en esta especie de limbo, si no por que en cierta manera mi respuesta trascendió a la vida. Pero con el ¿tiempo? todo empezó a decaer y a perder el sentido. ¿De qué me sirve ahora que estemos juntos para siempre en la nada? El amor me dio propósito en vida, pero no me da ninguno en la muerte. Cada vez recuerdo menos de nuestro tiempo juntos. Ya no nos comunicamos. Ya ni si quiera nos miramos.
Es lo único que tengo... pero ya no estoy seguro de querer tenerla. 

Alguna vez pensé que la peor forma de morir sería ser enterrado vivo. Imagina despertar encerrado en un ataúd, ese instante de agonía en que te das cuenta de que no hay manera de salir, que nadie te va a escuchar gritar y que por mucho que golpees esa tabla no se va a romper. El agobio de no poderte mover, de no poder secar las lágrimas que ahogan tu cara, de no poder hacer nada salvo exhalar y esperar... mientras piensas en aquellos que no verás más.
Por momentos me siento de la misma manera. Estoy en un ataúd sin paredes, y lo peor es que estoy encerrado para siempre. Realmente pierdo la cordura, cuando entiendo que no entiendo nada, y que aquello en lo que creí no valió de nada, desperdicié toda mi vida viviendo una mentira.

En vida me reía de los creyentes y su religión. Que hipócrita fui, no me di cuenta que hice del amor mi religión. Supongo que esto es lo que siente un cristiano cuando muere y al alzarse ve que Dios les abandonó, que nunca existió. Pero ninguno de esos cristianos está... ¿Será que Dios existe? Prefiero no pensar, pero es imposible no pensar cuando es lo único que me queda. Ya de poco valdría resignarme a creer. Son muchos los que niegan a Dios, pero en el umbral de la muerte acaban aceptando la extremaunción. ¿Más vale tarde que nunca, no?

Y como castigo, a mi lado, quizá mi mayor error. Sé que no debería, pero me es imposible no culparla ahora de mi destino. A veces creo que ya no la amo... ¿cómo la voy a amar cuando ya no nos queda nada? Sólo un pasado cada vez más borroso y del que a menudo me arrepiento. En ocasiones la observo, e intuyo en sus vidriosos ojos que alguien le llama. Se pierde su mirada en un punto fijo, y llego a temer que en algún momento se deje llevar y me abandone. Porque en el fondo, sigo sin querer estar solo. Ella no compartía mi verdad, supongo que temía a la muerte como el resto, y que evitaba pensar en ello. Y aun no siendo devota de mi religión, ella está aquí. Yo la amé, pero fui un estúpido egoísta que proyectó sus inquietudes en ella y la usó para satisfacerse así mismo. 

Ella me amó, de verdad me amó.

Y es que, al final, mi mayor tormento no tiene que ver con el rollo existencial...

Mi mayor tormento es que la he arrastrado por siempre a este limbo conmigo.


Category: 0 comentarios