El Refugio en el Árbol

Te voy a contar una historia un poco al azar, de un niño que jugaba, jugaba a esconderse y a encontrar. Y se encontró escondido en el interior del tronco de un baobab. ¡Bendita Soledad! Entendió que no era un juego, que el no quería encontrar a los demás, que el solo quería encontrar a soledad. Bendita tranquilidad, 20 años dormido en un baobab. Le gusta dormir y le gusta meditar, le gusta contemplar y le gusta soñar. Y de pronto soñó la realidad, de un leñador que pasaba por allá y abría aquel baobab. Apresúrese la gente, que el niño perdido es encontrado de repente. Acumúlese la multitud, que este maldito árbol era su ataúd.

-Pobre criatura,veinte años de sepultura.

-No es por ser maruja, pero su madre debe ser una bruja.

-¿Y dónde está su padre? ¡Debe ser un cobarde!.

-¡Llamen a un sastre, sus ropas están hechas un lastre!

Hablan y critican, perfección es todo lo que predican. Todos me miran y cotillean, me rodean para que todos me vean.

Ojalá todo fuera una pesadilla, y ahora lo recuerdo… todo empezó con aquellas cosquillas. Me escondí porque nadie me entendía. Todos cotilleaban y preguntaban, por qué yo lloraba cuando le hacía cosquillas. Nadie entendía que no lloraba por hacerle cosquillas. Lloraba por el ademán que hacía, de apartar los pies porque no contenía la risa. Recuerdo ese amago de apartar los pies, no pude olvidarlo durante toda mi vida. Sus risas… sus risas en mis oídos eran sinfonía. Y ya no puedo hacer cosquillas sin recordar aquella sinfonía. Me pareció buen plan, vivir dormido recordando su sonrisa.

Pero solo me pareció bien a mi, porque todos se reían. Decían que vaya osadía, vaya tontería. Tontos vosotros, imbéciles, que no recordáis sus risas. Ahora venís, cuando a nadie le importaba lo que yo hacía, cuando yo lloraba sus penas cada día… Y venís a esto, a reprocharme lo que hago, que por qué me escondo y por qué no salgo, que por qué no estudio y que por qué no hablo… ¿es que nadie aprecia lo que valgo? y si soy diferente a la gente… ¿no os dais cuenta que nunca va a ser suficiente?

Pues lo que veis es lo que soy, y soy todo lo que pienso. Soy un intento de ser alguien, pero no seré lo que todos quieren. No me gusta hablar, y tened claro que no voy a cambiar. Soy tímido y torpe, egoísta y mediocre, tan aburrido como sencillo. Y quizás me guste dormir y ver como pasa mi vida sentado en una silla.

Pensé “siempre tendré un lugar al que regresar”, y volví a aquel Baobab, con sus ramas alzadas al vacío esperando mi abrazo. Pero solo quedaban las raíces de lo que alguna vez fue. Yo… yo… yo dije todas esas cosas porque pensé que me podría volver a esconder… ¿Y ahora que hago? Si ya no estás aquí… si no estás aquí estoy perdido. No se donde ir, ningún sitio es mi lugar. Este dolor… estas ganas de vomitar… me he ahogado en mi propia miseria, por aferrarme a la dulce decadencia. Pendo de un hilo en la deriva de la inseguridad.

Pasaron los años y todos me hicieron daño, pasaron los meses esperando a que bajes y me beses, pasaron los días y ya siento que no puedo vivir sin ti, vida mía.

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