Desde nuestra más tierna infancia,hacemos elecciones.
A veces elegimos el sabor de un helado.Otras veces decidimos por dónde ir,que decir,a donde mirar…
Hay elecciones que nos cambian la vida,y la mayor parte de nosotros no nos damos cuenta de ello.
Sin embargo,sabemos cuando una decisión está bien o está mal.
O al menos eso creemos.De hecho,podemos atar nuestros problemas a una soga y apretar hasta que desaparezcan.
Pero verdaderamente no sabemos si está bien o mal.
Hay veces que no podemos elegir,son elecciones “impuestas”.Nos arrastran por el camino de rosas secas y piedras afiladas.
Y entonces nos preguntamos,¿quiero continuar?
Que cada uno decida lo que quiera.
Yo decidí continuar…asique si quieres podemos caminar juntos.